martes, 13 de octubre de 2009

¿Una Nueva Página en Relaciones Hispano-Estadounidenses?


A lo largo de sus historias, los Estados Unidos y España han disfrutado de relaciones favorables. Al principio, España entró en la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos (1775-1783) del lado de este país, aunque su razón principal iba debilitar el poder del Reino Unido.

Desafortunadamente, unas disputas insignificantes sobre el territorio y algunas políticas echaron a perder las relaciones amables entres los dos países durante el siglo XIX. Las hostilidades se cristalizaron durante la Guerra Hispano-Estadounidense (1898) cuando los EEUU derrotaron a España y ganaron la posesión de las antiguas colonias españolas. A partir de este conflicto, con la excepción de relaciones inestables durante algunos años de Franco, los dos vecinos del Atlántico han gozado vínculos estrechos.

Como en el resto del mundo, la Guerra de Iraq expuso unas desavenencias diplomáticas entre los EEUU y España, y creó unos problemas políticos para ambos países. Cuando ganó José Luis Rodríguez Zapatero las elecciones en 2004, inmediatamente se retiró a las 1300 tropas españolas de Iraq, y por eso aumentaron las tensiones entre los dos líderes y sus países respectivos. Con la elección de Barack Obama en 2008, las relaciones se han convertido más amables de nuevo, a causa de las ideologías similares de ambos políticos.

Hoy mismo Zapatero realizó una visita a la Casa Blanca para discutir temas políticos con Obama. Marca la primera vez desde 2004 que tiene lugar una reunión de alto nivel entre los países, un paso importante en un mundo que está lleno de tantos problemas graves. Los dos líderes hablaron de planes para cerrar Guantánamo y para combatir el cambio climático. Quizás lo más importante, al menos del punto de vista americano, es que Zapatero ha prometido que España “hará el máximo esfuerzo en Afganistán y en otras zonas del mundo” con “una contribución de guardias civiles.”

Este compromiso significa que España se está consagrada al lograr una paz sostenible en Afganistán. Es más, abre una página nueva y apasionante en las relaciones Hispano-Estadounidenses, una alianza útil para hacer frente a los retos globales como los que Zapatero y Obama han discutido esta tarde, que requieren atención más temprano que tarde.

Matthew Keshian

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