Todos los domingos a mediodía el Papa bendice y saluda los visitantes en la plaza de Santo Pedro. Durante el fin de semana pasado yo fui a Roma y el domingo yo fui al Vaticano para ver el Papa. Cuándo yo esperaba en la plaza yo miré a todas las personas. Ellos fueron de naciones diferentes, hablando los idiomas diferentes y llevando ropa diferente. Vi sacerdotes, Jesuitas, y otras. Todos fueron emocionados para éste hombre parecer en una ventana. Cuándo el Papa llegó, él habló en muchos idiomas. Obviamente, él habló en italiano y latín pero él también habló en inglés, español y muchos otros idiomas.
Hoy en el mundo globalización ocurre rápidamente. El mundo hoy es mucho más pequeño que en el pasado. La tecnología ha permitido las fronteras entre naciones desaparecer y para culturas para chocar. Por ejemplo, hoy España tiene mucha más diversidad que en el pasado y su nueva política exterior es aumentar su papel en la escena internacional. Pero antes de globalización, el Papa trajo el mundo juntos debajo uno religión. No soy católico y para mí la experiencia en el domingo no tuvo un sentimiento religioso. Sin embargo, yo aprecié la diversidad y el poder a través de las naciones que tiene la Iglesia Católica. En clase aprendemos sobre los problemas con inmigración y la falta de tolerancia en España. Hemos aprendido sobre la historia de España y su nueva política exterior. Mi nueva conclusión es que personas necesitan algo en común. Esto es verdad con amigos, las relaciones y la sociedad. La religión fue el factor que unifica todos el domingo en Roma y ahora nosotros necesitamos encontrar uno para el resto del mundo.
-Jenessa Malin
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