lunes, 30 de noviembre de 2009

Mi vida como una madrileña

Hace tres semanas mis padres y mis hermanas estaban aquí en Madrid. Yo había estado aquí por diez semanas, más que la mitad del semestre. Si alguien me hubiera preguntado antes de que mi familia llegó si me sentí como vivo en Madrid, no se que diría. Noto que mi fluidez y pronunciación han mejorado y he aprendido muchas palabras. Pero además de esto, solamente sentí como estoy en escuela.

A partir de cuando llegó mi familia, me di cuenta de que había aprendido más que unas palabras. Ahora puedo navigar el red del metro como puedo navigar lo de Nueva York, donde he vivido toda mi vida. Visitamos lugares como el Prado, Plaza Mayor, la calle Fuencarral, Parque Retiro, el Palacio Real, y mucho más. Mi familia creía que fue muy admirable que sabía donde está los monumentos y sitios más populares y conocidos de Madrid. Además, sentí muy orgullosa estudiar en una ciudad en que existe estas atracciones. Para mi, ya no son atracciones, sino cosas diarias que puedo ver cualquier día.

Mi madre nació en Bogotá, Colombia, y por eso ella habla español con fluidez. Sin embargo, ella nunca aprendió la gramática en la escuela. Sus padres le enseñaron la lengua, pero no las conjugaciones de verbos ni los tiempos de verbos. Cuando ella estaba aquí, ella me dijo que puedo hablar mejor que ella, y lo noté a veces cuando hablamos con los españoles.

Finalmente, me di cuenta que estoy integrada en la cultura cuando mis padres me querían escoger donde comimos. Se los platos más típicos y, más importante, los más deliciosos, y elegía toda la comida cuando estábamos en un restaurante.

Ahora me siento como puedo decir que vivo en Madrid. Estoy acostumbrada de hablar en español, comer la comida típica, navigar las calles y el metro, y salir a las calles cada día como el resto de la gente que vive en esta ciudad bonita.


-Lauryn Kelly

3 comentarios:

  1. Tuve una experiencia muy parecida la semana pasada cuando dos de mis amigos de los Estados Unidos me visitaron aquí en Madrid. Como Lauryn, había notado que mi uso del español había mejorado un poco y que estaba más cómoda con navegando la ciudad. Sin embargo, cuando mis amigos estaban aquí, se me di cuenta que he aprendido muchísima de la ciudad y la lengua. Tuve que hablar con el dueño del hostal en que mis amigos se quedaban, porque ellos tenían un problema con su habitación, y cuando terminé de hablar con él, mi amigo me dijo, “You’re Spanish is on point.” Todavía no puedo hablar con fluidez, pero ahora estoy mucho más cómoda con hablando con los españoles.

    Sophia

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  2. Yo también, con el tiempo cuando mi mamá y mi tía visitaron a Madrid, y mis amigas de Duke después de mi cumpleaños, experimenté una mejora de mi uso de lengua y mi fluidez. Podía notar además el acento distinto de España y la manera automáticamente en que podía pronunciar correctamente palabras que no había conocido antes. Sin embargo, por todo que he aprendido, me da cuenta de todo lo que todavía necesito saber. Hay tantas expresiones coloquiales que son distintas a cada lugar o país en que se habla español; y hay tantas palabras técnicas que sólo puedo saber si estudio en la lengua – estos son problemas del aprendizaje de cualquiera lengua. Con esta idea en la mente - ¿qué significa que una persona tiene domino de una lengua?

    - Sadhana Cherukuri

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  3. Lauren- estoy de acuerdo contigo, ahora España es dónde está mi casa. No es algo que ocurrió de repente, más bien, gradualmente me sentí más y más cómoda aquí y más familiar con la ciudad. Recuerdo que cuando mis padres vinieron para visitarme, yo sentí un gran orgullo por guiarles sobre la ciudad- un orgullo de forma muy similar a la que siento cuando muestre a un amigo San Diego, la ciudad en la que he vivido por toda mi vida. Madrid es mi casa segunda, y me costará muchísimo despedirme en el miércoles.

    -Anna Henderson

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