domingo, 29 de noviembre de 2009

La televisión española y la normalidad


Cada día, sin excepción, mi señora enciende la televisión durante las horas de comida y nosotras miramos dos programas. Durante el almuerzo, siempre vemos el programa de realidad “Gran Hermano” y mientras estamos comiendo la cena, sistemáticamente vemos “El Diario”, un programa de entrevistas parecido al programa americano “Jerry Springer”, sin la violencia. Mi señora está obsesionada con ambos programas y es un experto en el dramatismo de las presentadoras y los participantes. En el caso de “Gran Hermano”, un canal ofrece el programa en directo todos horas del día. En esta manera, la audiencia puede ver los concursantes mientras ellos están durmiendo, tomando el sol, cocinando, ejercitando, jugando juegos de mesa, y otros actividades aburridos y normales. Además, en respeto a “El Diario”, los problemas de los participantes generalmente son menos serio y dramático que los programas similares en los Estados Unidos. Por ejemplo, unos personas eligen participar en el programa porque ellos quieren ofrecer el apoyo a una amiga que recientemente rompió su relación o un hombre quiere declarase a su novia. En general, los participantes tienen problemas similar a los problemas de la audiencia.

Me interesa las preferencias de televisión de mi señora porque ellas reflejan una fascinación con los eventos y el chismorreos normales. Es obvio que yo no soy un experto en la televisión española y mi señora es solamente una individua, y un miembro de una generación especifica. Sin embargo, me parece que la realidad es un elemento importante en la televisión española, en contraste a la televisión americana, con programas más y más absurdos cada año. Yo no pienso que otros tienen experiencias similares, pero en mi casa, la normalidad es un fuente de diversión.

-Brooke Hartley

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