El martes pasado estaba andando con dos amigos al museo Thyssen-Bornemisza por la calle Alcalá cuando de repente me encontré en frente de una turba de hombres con pancartas y megáfonos. El ruido de la turba era horrible – mis amigos y yo no nos pudimos oír, y también no pude determinar el propósito del grupo. Se parecía una protesta de algún tipo, pero toda la gente era muy entusiasma, y casi se parecía como un celebración. Vi a una de las pancartas que tuvo la palabra “prisiones” y un acrónimo ACAIP.
Hoy busque información sobre ese evento en el Internet, y encontré una articula que explica lo que vi. Evidentemente, era una protesta contra la degradación de las prisiones en España, y en particular en Andalucía. Un grupo de más de 500 personas, incluso delegados del sistema de las prisiones y afiliados de ACAIP, el unión laboral de las prisiones en España. Ellos se congregaron en frente de la oficina de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias para llamar atención a los problemas con las prisiones. La policía reaccionó a la protesta con mucha agresión que resulto en varios heridos, incluso un muy serio – un hombre tuvo que ir al hospital para recibir tratamiento de una lesión craneal.
Me parece muy extraño que la policía reaccionó de esta manera, porque yo imaginaría que la gente que trabaja en las prisiones y la policía fueron amigos. Ellos trabajan en al mismo campo, y me extraño de lo que ocurrió la semana pasada. Cuando estuve en el sitio de la protesta, no me parecía algo peligroso ni violento, y no entiendo porque la policía hizo una carga contra la gente allí.
Sophia Ebel
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